
"Te moldearé", le dijo el hacha al pedazo de hierro mientras descendía con toda su fuerza sobre uno de sus costados. Pero a cada golpe que le daba iba perdiendo su filo, hasta que después de un rato aquella herramienta no pudo más, había quedado completamente obtusa.
"Déjenmelo a mí", repuso el serrucho mientras clavaba sus dientes en el pedazo de hierro, los cuales fueron desapareciendo uno por uno.
"Yo me encargaré de modelarlo", profirió con arrogancia el martillo, mientras se burlaba de sus compañeros que habían fracasado. Pero después de varios golpes se le quebró el mango y se le desprendió la cabeza.
¿Me permiten probar?, inquirió humildemente una pequeña llama. Los tres se rieron a carcajadas, pero se lo permitieron porque estaban convencidos de que también iba a fracasar. Sin embargo, aquella llamita cubrió el pedazo de hierro; no se desprendió de él, lo abrazó y lo abrazó hasta volverlo blando y darle la figura que quería. Aquella pequeña llama logró lo que las otras tres poderosas herramientas no pudieron alcanzar. Así es el amor.
Todos sabemos que hay distintas clases de amor, y es increíble las cosas que llegamos a pensar en hacer por aquellos a quienes amamos, sin embargo no debemos confundir este sentimiento con la obsesión o la pasión, y aunque a veces suelen confundirnos es muy fácil diferenciarlos; pues la obsesión o la pasión es un deseo inmediato; es egoísta y solo busca intereses personales, el amor en cambio, busca el bien común, comparte desinteresadamente. La obsesión o pasión nos crea conflictos, mal ambiente, miedo, sensación de inseguridad, pero el amor trae paz, confianza y seguridad. La obsesión o pasión nos conduce a cosas que luego lamentamos, nos excita e impacienta, el amor al contrario es tranquilidad, comprensión y tolerancia, es algo verdadero.
Algo importante es que el amor nunca se basa en el sexo, es la generación de una verdadera amistad, la cual hace que el sexo sea mucho más dulce, una verdadera bendición. Creo que las personas deberíamos procurar ser los mejores amigos de aquella persona especial antes de llegar a tener algo más, pues de esta manera nos ahorraríamos muchas decepciones y tristezas porque en una verdadera amistad hay respeto, sinceridad y la suficiente confianza para expresar lo que sentimos y aunque las cosas no se den siempre como quisiéramos, por lo menos conservaríamos la amistad de aquel o aquellos que en algún momento de sus vida nos dieron tantas cosas bonitas, un pedazo de si. Se nos facilitaría entender que cuando las cosas tengan que terminar, de algún modo no perdimos ni fracasamos, si no que durante todo ese tiempo ganamos un amigo. Bueno esta es mi forma de ver las cosas desde mi experiencia personal aunque suene un poco ilusorio.
Bien dicen por ahí que "por los frutos se conoce el árbol"; de esta manera nos damos cuenta cuando algo bueno esta pasando en nuestras vidas, cuando nos sentimos felices, sonreímos, somos más receptivos a las necesidades del otro u otras personas. El amor nos da energía, nos hace sentir completos, nos motiva, hace que miremos hacia arriba, pensemos con grandeza y crezcamos como personas. Si tenemos amor en nuestra vida, podemos compensar muchas cosas que tal vez no tengamos, pero si no lo hay todo lo demás pasa a tener un menor significado.
"El amor no tiene nada que ver con lo que esperas conseguir, sólo con lo que esperas dar; es decir, todo".